Desde que la pandemia obligó a que las empresas tuvieran que adaptar su forma de trabajo a formatos virtuales como el home office, mucho se ha discutido sobre si esta es una dinámica eficiente para trabajadores y empleadores.

Incluso antes de la pandemia se veía tanto al home office como al trabajo híbrido como formas utópicas en la que cualquier persona podía tener el control de trabajar en el espacio que quisiera y aprovechar al máximo los tiempos ahorrados de traslados.

Lamentablemente, 3 años después de que el mundo se viera obligado a optar por esa forma de trabajo, se han visto muchos pros y contras que hasta hoy se siguen discutiendo y han traído a la mesa algo que hoy en día se conoce como paranoia de la productividad.

¿Qué es la paranoia de la productividad?
 

Puedes ver claramente que la percepción entre unos y otros es completamente diferente. A esto se le ha puesto el nombre de “la paranoia de la productividad”.

Durante el 2020 y el 2021, los niveles de productividad alcanzaron puntos nunca antes vistos; sin embargo, también se observó que el cansancio de los trabajadores iba en aumento, esto provocado por la lógica de pensar que, si una persona hace home office, tiene más tiempo “libre” para dedicarlo al trabajo.

No es de sorprender que, a partir de 2022 (cuando la pandemia permitió el regreso a las oficinas), la productividad de las empresas comenzará a disminuir, aún cuando muchas de ellas optaron por incorporar un sistema de trabajo híbrido, en el que una parte de la jornada laboral se realiza en la oficina y la otra se trabaja desde casa. Incluso se generaron cambios en las leyes laborales para proteger los derechos de los teletrabajadores, quienes, a pesar de los inconvenientes de trabajar desde su casa, según el informe, siguen optando por esta forma de trabajo que representa más flexibilidad.

Es en estos días de home office donde los empleadores asumen que sus empleados no son productivos, motivo por el cual han optado por usar softwares que vigilen la actividad de los trabajadores: desde grupos de WhatsApp, donde los empleados deben dar los buenos días a manera de check in, hasta programas que detectan si estás utilizando el mouse o el teclado de la computadora durante ciertos periodos de tiempo.

Estas técnicas responden a la paranoia de la productividad que tienen los jefes, al no poder confiar en que sus empleados están trabajando cuando no los tienen a plena vista.

Estás dinámicas de vigilancia modifican las actividades sociales y laborales, ya que envían la señal de que el equipo de trabajo no es confiable, lo que sólo generará que los empleados se sientan de la misma forma respecto a la empresa.

Lo que nos lleva a otro fenómeno que han provocado estas dinámicas tóxicas, el “teatro de la productividad”, que va desde el envío de mensajes y correos “innecesarios”, hasta el uso de aplicaciones u objetos que permitan que el mouse o el teclado siempre estén activos sólo para fingir que se está trabajando todo el tiempo.

La realidad

Si lo piensas, la paranoia de la productividad y el teatro de la productividad sólo se basan en el tiempo que pasa un trabajador frente a la computadora, no se centran en observar y analizar qué tan útil es ese tiempo. Las metas diarias o entregas de proyectos quedan relegadas a segundo o hasta tercer término, ya que no se está poniendo atención a ellos, si no a cuántos descansos se toman los empleados cuando trabajan en la oficina y cuando trabajan desde casa.

Lo ideal sería que tanto empleados como empleadores puedan buscar otros indicadores de productividad en el trabajo híbrido y home office, que no estén basados en el tiempo, sino en los resultados.

Por otro lado, es indispensable que se trabaje en estrategias que fomenten la confianza entre los integrantes de los equipos de trabajo, y así evitar que se sigan empleando prácticas vigilantes que crean ambientes de trabajo incómodos.

Una de las claves para evitar la paranoia de la productividad es mejorar la comunicación entre todos los integrantes de un equipo de trabajo, aprovechar los días de trabajo presencial y llegar a acuerdos de fechas de entregas y flujos de trabajo. Por último, es indispensable recordar que el descanso y un ambiente laboral sano, son factores que favorecen no sólo a los empleados, también a los resultados de su trabajo.

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Referencias:
- El teletrabajo abre la puerta a la paranoia de la productividad | El País
- La paranoia de la productividad: por qué las empresas siguen rechazando el teletrabajo cuando sí les funciona | Xataka
- Qué es la paranoia de la productividad y por qué podría afectar el teletrabajo | Forbes
- Paranoia de la productividad, el fenómeno que agobia tanto a jefes como a empleados | |El economista